Display | ROMPER EL SILENCIO (RURAL)

El silencio en sí es una ilusión, ya decía John Cage que no existe tal cosa. Tan solo en el vacío del espacio exterior, donde las oleadas de aire no se propagan, podríamos hablar de un silencio verdadero. Aun así, este permanece inaccesible para todo el mundo, siempre sujeto a su entorno, un entorno que, por mucho que nos esforzamos, permanece castigado constantemente por todo tipos de sonidos que rompen este silencio.

A su vez, el silencio ha estado característica principal para definir geografías humanas y como evidencia intangible del abandono en el contexto rural. En este sentido y desde esta escucha, el silencio, en el territorio aduce a la ausencia de la antropocè y no necesariamente al anhelo de un espacio sonoro más saludable.

El sentido final de esta pieza es entender el silencio ya no desde una reflexión arraigada a John Cage, sino como el silencio es, en un contexto social y cultural, un elemento fundamental y muy a menudo, injuriado y a la vez anhelado.

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Romper el silencio (rural)

Este proyecto parte de la idea del silencio como un paisaje construido, como elemento que define la bajada de la actividad humana en determinados contextos rurales, un elemento que a la vez es visto como el resultado negativo de un sistema capitalista voraz y urbano; a la vez que también es percibido como un tesoro, un anhelo y un espacio de escape a la cacofonía urbana.

Así pues, esta instalación invita en busca de estos silencios liminals entre el mundo urbano cada vez más densificado y el rural cada vez más apagado, combinados con ausencias sonoras musicales, a partir de sonoridades a término, en las intersecciones del que suena y el que no suena.

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Instalación

Todo esto en el espacio queda ilustrado y acompañado por el uso del fieltro como material aislante y la disposición poco ortodoxa de los altavoces generando obstáculos respecto a una escucha acomodada y canónica; invitando al oyente a buscar estos sonidos que callan cuando los buscamos y que suenan cuando dejamos de perseguirlos.

Interacción

La obra es un montaje instalable que consta de cinco paneles dobles de fieltro blanco natural suspendidos en el aire que ocultan en su interior dos altavoces cada uno.

El sistema de altavoces está controlado por un software que analiza los niveles de decibelios que hay en la sala. Si en la sala hay demasiado ruido, la composición sonora pasará a ser inaudible, si guardamos silencio y lo mantenemos, podremos escuchar como la composición, tímidamente, se nos revela al oído.

Paisajes sonoros

La composición está formada por paisajes sonoros de espacios abandonados, zonas rurales deshabitadas y espacios liminales entre campo y ciudad de la provincia de Castelló. A su vez estos paisajes sonoros se acompañarán de elementos sonoros extraídos de finales de canciones y de música popular. Se trata de una amalgama de muestras de sonido irreconocibles que evocan la idea de silencio pero que no necesariamente lo son.

Versiones anteriores

Romper el Silencio es un proyecto que ha ido transformándose en cada contexto en el cual ha sido expuesto. Inicialmente se expuso en su formato original en las salas del IVAM CADA de la ciudad de Alcoy.

En esta primera iteración de este trabajo, el fieltro escondía literalmente el sistema de altavoces en el interior de cuatro cilindros de fieltro suspendidos en el aire.

A la segunda iteración del proyecto el fieltro desaparece de forma momentánea para adaptarse al espacio singular de los Baños Árabes de Segura de la Sierra (Jaén), donde la reverberación y los ecos de este espacio arquitectónico ya transforman completamente la experiencia e interacción con la pieza.

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Vive y trabaja en València; es artista, músico y gestor cultural. Su trabajo une el arte sonoro, la producción musical y el diseño de sonido en diferentes ámbitos de la cultura.

Ha actuado, en solitario y en colaboraciones, en festivales como Sónar, Mutek, Eufónic, Música en Segura entre muchos otros; también ha participado en certámenes como el Mobile Week BCN, Escuchar en Buenos Aires o Radar de México DF.

Su obra se ha podido disfrutar en el Reina Sofía de Madrid, LABORAL de Gijón, Museo de Arte Abstracto de Cuenca, Tabakalera (Donostia), Espacio Rambleta, Bombas Nada en València; Etopia (Zaragoza), CAAM (Gran Canaria) o el CCCB, Caixaforum y Artes Santa Mònica en Barcelona. Algunas de sus obras forman parte de la Colección DKV Arteria y la Colección de Arte Contemporáneo de la Generalitat Valenciana. Su discografía ha sido publicada por sellos como Spa.RK, Fluido-Audio, Archives, Envelope Collective entre otros muchos.

En 2017 gana la prestigiosa Beca Leonardo / BBVA en la categoría de arte digital con el proyecto Spectre. Ha sido también galardonado con premios y becas como Vacío Blanco (Alicante), Emergentes, Laboro (Euskadi), Laboral / El Patio, o la beca Pépinières Européennes; además de haber sido seleccionado en certámenes como Naturalizarte, Arte Público / Universidad Pública o la Bienal de Mislata en València, entre otras muchas.

Desde el año 2007 dirige Audiotalaia, una plataforma digital y canal de streaming dedicado a la formación, producción y difusión de música electrónica y arte sonoro. Cada verano, esta plataforma organiza el Summer Camp, un encuentro internacional de jóvenes artistas sonoros que tiene lugar en el interior de Cataluña.

Comelles creó la Sección de Arte Sonoro y Músicas Experimentales del Festival Juntos de València en 2016 y hasta su desaparición en 2018. Ha estado comisario del Espacio Sonoro al EACC de Castelló. Ha dirigido los ciclos de conciertos Herzios, Off_Herzios y La Gallera Suena programando conciertos en varios espacios y salas de arte de València.

En el campo académico, Comelles ha codirigido la creación de la asignatura de Arte Sonoro en la Universitat Oberta de Catalunya. A su vez, es Doctor en Bellas artes, Máster en Diseño de Sonido por la Universidad de Edimburgo y Máster en Artes Visuales y Multimedia por la Politècnica de València. Desde 2010 imparte talleres sobre paisaje sonoro, microfonía y autogestión por todo el país; en centros educativos, espacios autogestionados, galerías y centros culturales.